La religión ha sido un elemento importante en la infancia de muchos de nosotros. Hoy en día las referencias religiosas se han ido perdiendo y muchas solo quedan en nuestros recuerdos nostálgicos. En este artículo, haremos un repaso a los eventos y articulos religiosos que nos dejaron huella en nuestra infancia.
Artículos religiosos en nuestras casas
La decoración de casas con artículos religiosos estaba muy de moda en nuestra infancia. Hoy en día podemos conseguir por internet proveedores de artículos religiosos con un catálogo amplio de productos de este tipo.
Los artículos más destacados eran
- Un cuadro de la Última Cena o de la sagrada Familia era un clásico que se podía ver en algunas casas
- Amén para el coche: eran una especie de adhesivos que se ponían en la ventana del coche con un mensaje religiosos acompañado de la figura de un santo, una virgen, etc.
- Un crucifijo colocado en una pared: El Crucifijo es el símbolo mismo del amor que Dios siente por todos nosotros.
- Una pequeña estatua de la Virgen María acompañada de flores de temporada
- Una pequeña estatua de algún santo
- Los cuadros religiosos hechos de plata en bajorrelieve, en varias formas, tamaños y diseños.
El bautizo
El Bautizo era la ceremonia perfecta para juntar a la familia. Hoy en día veo muchos bautizos con un grupo pequeño de invitados. En nuestra infancia eran una ceremonia con mucha afluencia. A través de los álbumes de fotos se veía que era un evento muy bonito, donde todo el mundo estaba contento.
La comunión
Otro evento sinónimo de fiesta grande. Recuerdo en mi infancia las tareas de preparación que hacía mi madre. Comprar el traje de la comunión, los zapatos, buscar el lugar del banquete, contratar al fotógrafo, hacer las invitaciones, seleccionar el menú adecuado, encargar la tarta, etc. Era un rollo, pero luego la fiesta era un evento inolvidable
La confirmación
Un acto que va en camino de extinción. Son muy pocos los niños que hoy en día hacen este sacramento. Recuerdo que en mi infancia, la confirmación era un acto más pequeño. Solo la familia más cercana iba a la iglesia y luego quedábamos a comer en un buen restaurante.
Salir en procesión
Es una de las pocos eventos religiosos que se mantienen en semana santa y que muestran mucho interés por parte de los jóvenes.
En nuestra infancia asistir a una procesión era sinónimo de pasar un buen rato caminando viendo a un santo llevado en hombros por un grupo de personas. Recuerdo que no había tantas procesiones como ahora.
Recuerdo como niño la gran cantidad de personas que acompañaban la procesión. Incluso recuerdo ver personas haciendo la procesión arrodillados.
Muletillas de los padres y abuelos
Un recuerdo inborrable son las frecuentes frases que escuchamos de nuestros abuelos y padres vinculados a referencias religiosas. Algunas, tengo que confesar que todavía uso con mis hijos
Frases como «Madre de Dios», «Madre mía del amor hermoso», «Madre de Dios», «Si dios quiere», entre otras, era frases comunes que escuchamos a diario y que hoy en día casi no se escuchan.
Espero que te haya gustado nuestro artículo sobre «Cómo veíamos los eventos religiosos en nuestra infancia» y te haya ayudado a recordar cosas bonitas de tu infancia vinculado a los temas religiosos.
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Gracias por leer nuestros contenidos y nos vemos en próximos artículos del blog :)