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Blog sobre Recuerdos, decoración y moda vintage

san nicolas y niño jesus


Cuando era chamo, siempre me preguntaba como el Niño Jesús, un niño recién nacido podía salir de noche a llevar regalos a todos los niños del mundo o como San Nicolás, un señor de la tercera edad, con sobrepeso, podía entrar al apartamento cuando entonces vivíamos en La California Norte, en un piso 13, con una puerta y una reja de seguridad y ventanas con barrotes y vidrios de seguridad, pero igual entraban y dejaban los regalos. Siempre tenía esa duda, de cómo sucedía esto, porque si ellos entraban con aquella facilidad, también los delincuentes podían hacerlo, algo que me dio cierta inseguridad en cuanto al apartamento, pero mi mamá, nunca me contesto estas dudas que pasaban por mi cabeza.

La noche de Navidad, cenábamos temprano, ya que era esencial que estuviéramos dormidos mi hermana menor y mi persona, mientras mi mamá esperaba al Niño Jesús para informarle que habíamos sido muy buenos todo el año. Y de ahí fue como descubrí quién era el Niño Jesús en realidad. En la Navidad del año 81, cuando tenía 9 años, yo había pedido un King Kong, el juguete venia con su edificio de 1,20 mt. de plástico y en la azotea del edificio se colocaba a king Kong, en la misma azotea por el frontal tenia un botón al que le tenias que disparar con un avión a escala, que traía una especie de chupón que salía disparado y le tenias que dar al botón de la azotea, paso seguido se activaba una catapulta que hacia que se cayera el king kong del edificio tal cual, como en la película, aparte de eso la figura del gorila tenia un largo de 35 cm, movía los brazos y hacia el ruido igual que King Kong, mientras mi mamá y mis 2 hermanas mayores lo colocaban cerca del árbol navideño, la caja que estaba de pie se cayo de lado y comenzó el king Kong a gruñir sin parar, ya que el botón se había quedado pegado, me asome con cuidado a la sala y vi como mi hermana mayor entre susto y risa, agitaba la caja para que dejara de gruñir, cuando voltearon y me vieron, dijeron que el Niño Jesús había dejado los regalos con ellos, y lo que habían hecho era colocarlos en nuestro árbol.

Acepte la mentira piadosa, pero ya el encantamiento de la ficción se había roto, al menos para mí, no para mi hermanita menor que aun dormía, ya que tiene el sueño mas pesado que una gandola de 6 ejes, y además en ese entonces, ella con sus 6 años tenía el derecho de seguir creyendo en esa magia de la media noche del 24 de diciembre.

Post escrito por José Luis Lopez